Un coach es un entrenador de habilidades personales y profesionales. Nos ayuda a conseguir nuestros objetivos y sueños, ofreciéndonos una visión más objetiva de nosotros mismos y de todo cuanto nos rodea; nos ayuda a ver los obstáculos emocionales y personales que muchas veces nos imponemos a nosotros mismos para alcanzar lo que esperamos y para conseguir mayor armonía y equilibrio en nuestra vida.
Pero realmente ¿Qué se necesita para ser un buen coach?
Un buen coach pasa por tener una buena formación de Coaching además de ciertas aptitudes innatas.
¿Qué aptitudes innatas debe tener un buen coach?
1.Intuición. Además de la perspectiva racional, la intuición es muy importante para captar el interior de las personas.
2.Empatía. Es la capacidad para entender a los demás y comprender sus problemas, sus preocupaciones o sus deseos como si fuéramos nosotros mismos. Es una cualidad que las demás personas intuyen enseguida si la poseemos o no.
3.Madurez. Si no tenemos madurez, será imposible ayudar a los demás. Mirar los problemas haciéndoles frente, aprender a solucionar conflictos sin que nos desborden etc. son algunos datos que nos certifican que somos personas maduras.
4.Capacidad de comunicación. Un buen coach debe tener una gran capacidad de comunicación. La palabra es la principal herramienta del coach y debe saber utilizarla para ayudar sin engañar, ofender o manipular a su cliente.
5.Asertividad. Es la capacidad para hacer propuestas, decir un «no» a tiempo sin molestar. Un buen coach debe actuar con objetividad y hacerle ver las cosas claras a su cliente aunque éste no esté de acuerdo con él, siempre y cuando sea por su bien y por su progreso personal.
6.Tener confianza en si mismo. Si no se tiene confianza en uno mismo y autoestima ¿Cómo se puede ayudar a los demás? Imposible.
Todas estas aptitudes que son innatas también se pueden mejorar, aprender o entrenar a través de una buena formación como coach.