Los abogados especialistas en herencias le ayudarán a cumplir sus últimas voluntades

Hablar de herencias traslada rápidamente a esas típicas novelas donde toda la familia se disputa una fortuna millonaria y, al final, termina ganado la muchacha humilde de bajos recursos que sin saber, era familiar del fallecido. Si es así de complejo en una historia ficticia, más complejo es en la vida real donde hace falta la intermediación de abogados especialistas en herencias para tratar de llegar a acuerdos justos.

Generalmente, el tema de las sucesiones se relaciona a extensos conflictos entre seres queridos que han mantenido buenas relaciones siempre. Y es que en efecto, cuando la repartición de bienes no se organiza en vida, a través de un documento especial, la tensión se puede apoderar de la realidad.

En este sentido, los abogados que manejan estas situaciones recomiendan hacer un testamento, para que quede establecido de forma explícita qué cosas le corresponde a cada uno de los herederos. Tras conocer estos detalles, lo que queda sobre la manera de la repartición ha sido estipulado en la ley con claridad.

Entre formas y leyes

Es evidente que la redacción de un testamento puede librar a la familia de problemas futuros que deterioren la calidad de sus relaciones. Ahora bien, el Código Civil español estipula tres tipos de documentos a la hora de repartir un patrimonio: testamento ológrafo, testamento abierto y testamento cerrado.

El ológrafo se caracteriza por estar redactado a puño y letra por el testador, por lo tanto, es un documento privado que se presenta ante las autoridades, posterior a la muerte de la persona. La rapidez de su elaboración atrae la atención de muchas personas que quieren dejar por escrito sus últimas voluntades, pero su tramitación es costosa.

En cambio, el testamento abierto y el cerrado se presentan desde el primer momento ante el notario. La diferencia entre uno y otro es muy clara: el cerrado se entrega en un sobre sellado por el testador y conlleva trámites complejos y gastos (como el ológrafo); mientras que el abierto es redactado por el notario, por lo que es la forma más utilizada por ser práctica y menos costosa.

Al dejar de forma explícita cómo le gustaría que sus bienes fuesen repartidos, evitará que sus familiares entren en un conflicto interno y la obligación de invertir tiempo y dinero para tratar de canalizar la situación. No hay dudas de que elaborar un testamento, especialmente de tipo abierto, es beneficioso para todos.

No es una exageración buscar ayuda en los expertos para orientar sus deseos en cuanto a su patrimonio y repartir sus bienes sin mayores problemas. Su tranquilidad y la de sus seres queridos es el principal motivo para tomar esta decisión trascendental.abogados especialistas en herencias

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