Aunque no se sea honrado o no se reconozca, el aspecto físico cuenta. Y, a tenor de algunos expertos, un aspecto descuidado o desfavorable puede hasta perjudicarnos en lo laboral o personal.
Una persona cuidada, aseada, bien afeitada, maquillada, que muestre además cierta presencia es importante. No se puede negar. Y eso lo sabe quien contrata y lo sabe el que trabaja de cara al público. No se trata de decir que los empresarios sean unos frívolos, pero en la época de la imagen, cuidar de la misma es importante, al menos para determinados trabajos.
Acudiendo a profesionales
Lo primero que viene a la mente es hacer uso de la medicina estética Zaragoza. Buscamos algo que pueda solucionar nuestros problemas eficientemente; ojeras que dan el semblante de trasnochador, manchas en la piel antiestéticas, aspecto de cansancio, de flacidez, etc. Todo ello, gracias a los tratamientos faciales, puede arreglarse con el rejuvenecimiento de ojeras mediante ácido hialurónico, el peeling para nutrir y hacer más brillante nuestra piel, tratamientos específicos tanto para hombre como para mujer para eliminar las arrugas de la frente, etc.
Según las últimas encuestas publicadas por medios especializados, los españoles están entre los que más se cuidan. Además, se reconoce por parte de los clientes que ser atendido por alguien bien cuidado aumenta la confianza. Sin embargo, el porcentaje que reconoce cuidarse, según esas mismas encuestas, es mínimo.
Naturalmente, se debe acudir a una buena clínica médico estética Zaragoza. No solo nos ofrecerán acceder a todos los tratamientos ya nombrados con las últimas técnicas, sino que lo harán asegurando que el profesional que nos atiende tiene la cualificación necesaria y su clínica los permisos administrativos e higiénicos sanitarios esperados. Además, las de prestigio ofrecen mejores precios, posibilidades de financiación o de pago.
Dos de las opciones que este tipo de clínicas prestigiosas ofrecen son, por un lado, los implantes capilares. A través de microinjertos, los hombres pueden recuperar su pelo de manera natural (más importante es para mujeres con alopecia, sin duda, sobre todo si, como decimos, su trabajo está enfocado al público). La segunda opción es hacer algún tipo de dieta tras un estudio genético, pues muchos de los problemas físicos, nos advierten, pueden ser trabajados sin someterse a un tratamiento más intrusivo.
Otras formas de mejorar
No solamente se necesita acudir a este tipo de centros. Utilizar la cabeza y la sensatez, esos pequeños trucos no siempre tenidos en cuenta, también ayudan. Por ejemplo, existen en el mercado productos específicos que nos mejoran. Si escogemos de la gama Aquatherm Skeyndor una crema desmaquillante, nos aseguramos que no destrozaremos nuestra piel en el proceso. El maquillaje, sin duda, oculta pequeños defectos y embellece, pero también de no retirarse bien estropea la piel. Usar también el desmaquillante de contorno de ojos, pues como ya hemos dicho las ojeras son antiestéticas, es buena idea. También se pueden complementar con emulsiones para limpiar la piel (escogiendo la concreta para nuestra piel sensible) o, en última instancia, utilizar el específico anti rojeces.
Estos ejemplos, son fáciles de utilizar y de conseguir, pues gracias a internet no nos será difícil adquirir estos productos a buen precio, muchos con importantes ofertas fijas o esporádicas, y con la comodidad de recibirlo en nuestra casa.
Otra forma de mejorar pasa por una buena foto. De poco sirve todo nuestro esfuerzo y fracasar estrepitosamente al final. Incluso si tienes un buen aspecto puedes dar mala impresión si no la haces bien. Normalmente para el trabajo no se admiten fotos “artísticas”, sino de tipo carnet.
Las fotos para carnet deben ser lo suficientemente claras y bien hechas para que, aunque no lo parezca, hablen bien de nosotros. ¿Cuántas veces entre los amigos se hacen chistes por el desaliñado aspecto que se muestra en una foto de este tipo? Acudir a un lugar donde se cuiden los detalles, incluso especializados en las artes gráficas, es lo mejor. Así, cuidarán el aspecto iluminativo (evitando claroscuros que afeen), con calidad de cámaras y de papel fotográfico (evitando el aspecto “digitalizado”) y dando instrucciones claras de posado (sonrisa, hombros).
El aspecto no lo es todo, pero es mucho. Para trabajos de cara al público o esa primera impresión en la contratación, es importante.